En el artículo de hoy vamos a ver un nuevo abono potente para tus plantas, se trata de un purín o extracto fermentado de esos que huelen bastante mal pero […]
En el artículo de hoy vamos a ver un nuevo abono potente para tus plantas, se trata de un purín o extracto fermentado de esos que huelen bastante mal pero nos ayudan a que nuestras plantas crezcan fuertes y sanas, además este tiene varias funciones.
Lo primero y más importante es lo que usaremos como materia prima, restos de césped, pasto o hierba competidora, todos nos valen siempre que no contengan semillas, si solo tienes césped también seria igual de valido.
A mi en lo personal me gusta usar lo que brota en zonas donde molesta o tengo que quitarlo, que cada uno lo adapte a su caso particular. También precisaremos un palo de madera, un cubo de plástico, agua de lluvia o reposada, tijeras, colador y como algo opcional un oxigenador, aunque si lo usamos nos ahorrará mucho trabajo.
Ahora que sabemos los materiales que vamos a utilizar voy a explicaros de una forma sencilla como preparar este extracto fermentado y para que puedes usarlo. Seguro que ya conoceréis el purín o extracto fermentado de ortigas, ya que es de los más famosos, y seguro que si me sigues desde hace algún tiempo conocerás alguno más.
El que hoy vamos a ver llevo varios años probándolo tanto en plantas como en el montón de compost, por eso he llegado a la conclusión de que tiene una doble función. Si quieres saber cómo se prepara paso a paso y para qué sirve te dejo el vídeo.
Este extracto fermentado les da a nuestras plantas un gran aporte de nitrógeno increíble además de otros nutrientes muy necesarios. Y al tirarlo a la compostera lo que hace es que acelera el proceso de compostaje.
Por si no lo sabes este tipo de preparados caseros se conocen como bioestimulantes, que logran un mejor crecimiento en las plantas además fomentan que desarrollen sus defensas naturales y así sean mas resistentes a las plagas y enfermedades.
Yo para todos los extractos uso agua de lluvia, pero si no tenéis podéis usar el agua de cañería o de grifo reposada, esta tiene que estar por lo menos 24h a la intemperie y listo. Esto se hace para quitarle algo de cloro y otros elementos que le añaden, los cuales tienen la función de matar bacterias y esto no nos interesa en absoluto.
Igual que con otros preparados de este tipo vamos a necesitar 1kg de hojas de planta por cada 10 litros de agua, doy esta medida ya luego adaptarla a vuestras necesidades. Un ejemplo fácil si no quieres preparar tanto, haz la mitad 500 gramos por cada 5 litros.
Seguidamente con las tijeras cortaremos las hierbas en trozos muy pequeños. Si en lugar de utilizar hierbas frescas como es mi caso usáis secas pues la medida cambia, sería 1 kilogramo de planta fresca equivale a 200gr de planta seca.
Una vez tenemos las hierbas cortadas y sumergidas en el agua colocaremos nuestro recipiente en la sombra y lo cubriremos con algún material, por ejemplo un trapo, que deje pasar el aire pero que no entren hojas, bichos ni nada similar.
Si usamos un oxigenador no es necesario removerlo, pero si no dispones de uno, lo más idóneo es removerlo una vez al día. Verás que las burbujas indicadoras de la fermentación aparecerán sobre los 3 días aproximadamente.
Dependiendo de la temperatura pueden dejar de aparecer estas burbujas sobre los 7 a 10 días, esto es un indicador de que ya esta listo. Lo pasamos por el colador y ya tenemos un increíble abono que la naturaleza nos ha regalado además de un acelerador de compost totalmente gratis que nuestras plantas agradecerán.
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