En el artículo de hoy vamos a conocer el cultivo de la luffa, desde cómo germinarla, qué debemos hacer para conseguir semillas y trucos en su cultivo para que sea […]
En el artículo de hoy vamos a conocer el cultivo de la luffa, desde cómo germinarla, qué debemos hacer para conseguir semillas y trucos en su cultivo para que sea todo un éxito. También es conocida como esponja vegetal y es una planta trepadora.
La luffa tiene un fruto de forma cilíndrica y alargada, es comestible cuando es verde y tierno, pero se vuelve fibroso y esponjoso con el tiempo. Estas fibras se utilizan para fabricar esponjas naturales, cepillos y otros productos de limpieza. Es un cultivo fácil, pero requiere un clima cálido y húmedo.
Las semillas de luffa son relativamente grandes y fáciles de germinar. Se pueden sembrar directamente en el suelo o en macetas. Si se siembran directamente en el suelo, se deben sembrar a una profundidad de 1,5 a 2 cm. Siempre alrededor de 2 o 3 veces el tamaño de la semilla. La distancia entre semillas debe ser de al menos 30 cm.
Si se siembran en macetas, se utilizarán de al menos 30 cm de diámetro. Se debe colocar una capa de drenaje en el fondo de la maceta y luego llenarla con una mezcla de tierra y compost. La distancia entre semillas debe ser de al menos 15 cm.
Las semillas de luffa tardan entre 7 y 10 días en germinar. Una vez que las semillas hayan germinado, se deben trasplantar a una ubicación permanente. Si quieres verlo paso a paso aquí te dejo un vídeo que seguro te ayudará.
Las semillas de luffa se pueden obtener de varias maneras. Se pueden comprar en tiendas de jardinería u online. También se pueden obtener de frutos de luffa maduros.
Para obtener nuestras propias semillas, dejaremos secar completamente el fruto, luego las abriremos y sacaremos las semillas. También es importante que las semillas estén bien secas antes de sembrarlas o guardarlas para próximas siembras.
La luffa requiere un clima cálido y húmedo para prosperar. La temperatura ideal para el cultivo de la luffa es de 25 a 35 grados. Se puede cultivar en una variedad de suelos, pero prefiere suelos ricos y bien drenados.
Puesto que es una planta trepadora, necesita un soporte para trepar. Se puede utilizar una cerca, un enrejado o emparrado o un poste para proporcionar apoyo a la planta. La luffa se debe regar regularmente, especialmente durante los períodos de sequía, adaptando el riego al clima. También se debe usar cada dos o tres semanas un abono equilibrado.
Los frutos de luffa se cosechan cuando están maduros. Aunque depende de para qué las vayamos a usar sus frutos maduros serán de color verde oscuro o marrones y tienen una textura dura. Para cosechar los frutos de luffa, se cortarán del tallo.
Los frutos de luffa se pueden utilizar de diversas maneras. Los frutos jóvenes son comestibles y se pueden cocinar de diversas maneras. Los frutos maduros se utilizan para fabricar esponjas naturales, cepillos y otros productos de limpieza.
Las esponjas de luffa son suaves y esponjosas y son perfectas para la limpieza de la piel. Son una alternativa natural y sostenible a las esponjas sintéticas. Los cepillos de lufa son una excelente opción para el cuidado del cabello.
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